HECTOR FLORES CASTANEDA

HECTOR FLORES CASTAÑEDA

Don Hector Flores Castañeda was a unique, valuable, and unforgettable man – hard-working,
intelligent, witty, funny, enterprising, and generous. A person with a great desire to live, with a
vision of succeeding in life and with the desire to help his family move forward, according to his
worldview. He was born on June 2, 1933, in the city of Parral, Chihuahua, Mexico. He was the
second son of Don Pedro Flores and Doña Andrea Castañeda. Orphaned by his mother, at the age
of 5, he was raised by his father. Due to family conflicts, at a young age, he ran away from home
in the hopes of sculpting his own destiny.
What characterized Don Hector was his way of fighting for his goals. The most essential of all
was to conquer his wife Benita Vazquez de Flores. Every afternoon when Benita would leave
work, she worked as a public accountant at a bank, Don Hector watched his lovely redhead lady
from a bench nearby. He loved to see her walk from toe to heel, a straight posture and classy-
like. He fell in love, and he made her fall in love with him and his essence, cowboy style, hat,
and boots. Together they had 5 children: Blanca, Hector, Moises, Elva, and Aida.
Don Hector was very intuitive and knew how to read people well. Every morning he had the
discipline of waking up at 5:00 am to start his workdays. He had different jobs; as a cotton
picker, dishwasher, cook, night watchman, police officer, and timekeeper. When the opportunity
arose, through his charisma, good communications skills and gifted relationships with people,
Don Hector founded, along with a partner, a successful housing developer company. Don Hector
surpassed himself as a businessman, director, and CEO of Pavimentos Torreón, S.A. of C.V.A.
Through major efforts and ingenuity, he sustained his company for 19 years: est. 1990-2009. His
company provided multiple streams of jobs for many people, including his entire family.
Pavimentos Torreón was recognized for having the best pavement in the city, the Comarca
Lagunera of Torreón. Don Hector stood-out in generating and producing a secret formula in
asphalt that he initially began perfecting during a time he lived in Mexico City.
The driving force of Don Hectors heart was his family. Despite everything, he never shied away
from blessing the lives of his sons and daughters and his grandchildren. With lengths of sacrifice,
he raised his children, taking responsibility for their university education and even aiding them
with getting their first houses and cars. Each son and daughter were blessed equally. His
generosity surpassed his circles. Whoever he could help, when he could, he helped. Don Hector
is remembered as a servant of God, and as a former member of the Siloe Baptist Church in
Torreón, with his resources he donated significantly to different Baptist Missions for the outreach
and spreading of the Gospel. For many years Don Hector was a participant in donations to
Caritas, a fundraiser for children with cancer. He also supported the Patronato de Lucinda
Mijares, better known as a place for the elderly. His last donation was land for the construction
of a Church in La Nueva Laguna. That to this day, stands.
Don Hector was creative and enjoyed the arts. He was a painter. Having been an apprentice to
the renowned painter David Alfaro Siqueiros, one of the three most recognized muralists in
Mexico, Don Hector painted alongside him. Being a participant in the Mexican Culture, he
helped paint giant murals that are currently displayed in several Museums in Mexico City.

In the summer of 2009, Don Hector was granted an entrepreneurial visa by the U.S.A., moving
with his wife to Houston, Texas, to be with the rest of his family. Don Hector continued with his
hobby – painting acrylic and oil. He liked to talk and share his anecdotes, jokes, and movie
stories when you visited him. Occasionally Don Hector cooked pozole, made flour and corn
tortillas, and delicious bunuelos.
With a feeling of pride, he is recognized as a great Father, Grandfather and Businessman. The
memories shared with Don Hector will always live in our memory and hearts,
Don Hector is survived by his wife Benita; his children, his daughters-in-law, and sons-in-law;
grandchildren, Ana Laila, Debbie, Moises, Jr., Hector Benjamin, Marijose, Jonathan Eli, Elva
Abigail, Rebeca, Pablo Andrés, Christian, Paola Edisa, Ana Sofia, Aida Sofia, Joel; and his
great-grandchildren, Sebastian, Jonas, Becker, Leila, Luna, and Alicia.
His Visitation and Celebration of Life Service will be held on

Thursday, September 14, 2023, at 9:00AM until 2:00PM at

Leal Funeral Home

 11123 Katy Freeway, Houston, Texas, 77079.

Burial will be held at 3:00 PM in the afternoon at Garden of God Cemetery,

12317 Holderrieth
Road, Tomball, Texas 77375.

Don Hector Flores Castañeda fue un hombre único, valioso e inolvidable – trabajador,
inteligente, ocurrente, gracioso, emprendedor y generoso. Una persona con muchas ganas de
vivir, con visión de triunfar en la vida y con deseos de sacar a su familia adelante, acorde a su
cosmovisión. Él nació el día 2 de junio del 1933 en la ciudad de Parral, Chihuahua, México. Él
fue el segundo hijo de Don Pedro Flores y Andrea Castañeda. Huerfano de madre, a los 5 años,
fue criado por su padre. Debido a conflictos familiares, a una corta edad, él huyó de su casa con
la esperanza de esculpir su propio destino.
Lo que caracterizó a Don Hector fue su manera de luchar por sus objetivos. El más esencial fue
conquistar a su esposa Benita Vazquez de Flores. Cada tarde que salía Benita de su trabajo, ya
que ella ejercía como contadora pública en el banco, él observaba a su peliroja desde una banca.
Le encantaba verla caminar-de punta a talón, derechita y con clase. Él se enamoró, y él la
enamoró con su forma de ser y su estilo de vaquero; sombrero y botas. Juntos tuvieron 5 hijos;
Blanca, Hector, Moises, Elva, y Aida.
Don Hector era muy intuitivo y sabia leer muy bien a las personas. Cada mañana él tenía la
disciplina de despertar a las 5:00 am para iniciar sus días de trabajo. Él tuvo diferentes oficios;
bracero en la pizca de algodon, lava platos, cocinero, velador, policía, y contador de tiempo.
Cuando se dio la oportunidad, por medio de sus comunicaciones y buenas relaciones con la
gente, Don Hector fundó, en conjunto con un socio, una exitosa urbanizadora de casas. Don
Hector se superó como empresario, director y jefe de Pavimentos Torreón, S.A. de C.V.A. A base
de esfuerzo e ingenio, él sostuvo su empresa durante 19 años: 1990-2009. Brinda empleos a
demasiadas personas, incluyendo a toda su familia. Pavimentos Torreón tuvo reconocimientos
por tener el mejor pavimento en la ciudad, la Comarca Lagunera de Torreón. Don Hector se
destacó en generar y producir una fórmula secreta en asfalto que desarrolló inicialmente durante
un tiempo que él vivió en la Ciudad de México.
El motor del corazón de Don Hector fue su familia. A pesar de todo, él nunca escatimó bendecir
la vida de sus hijos e hijas y la de sus nietos. Con esfuerzo él sacó a sus hijos adelante,
haciendose responsable de su educación universitaria y hasta de engancharles sus primeras casas
y carros. A cada hijo e hija se les bendicio por igual. Su generosidad no tuvo basto. A quien él
podía ayudar, en su momento, él ayudó. Don Hector es recordado como un siervo de Dios, y
como ex miembro de la Iglesia Bautista de Siloe en Torreón, con sus recursos él donó
significativamente a diferentes misiones Bautistas para el alcance y la aspersión del Evangelio.
Por muchos años él fue participante en donaciones a Caritas, ayuda para niños con cáncer. Él
apoya también el Patronato de Lucinda Mijares, mejor conocido como un lugar para ancianos. Su
última donación fue un terreno para la construcción de una iglesia en La Nueva Laguna. Que aun
en este día, sigue en pie.
Don Hector era creativo y disfrutaba de las artes. Él fue pintor. Habiendo sido aprendiz del
reconocido pintor David Alfaro Siqueiros, uno de los tres muralistas más reconocidos en
México, Don Hector pintó a la par de él. Siendo participe de la cultura de México, él ayudó a
pintar Murales Gigantes que se encuentran actualmente en los Museos en la Cuidad de México.

En el verano del año 2009, a Don Hector se le otorgó visa de empresario por U.S.A., mudándose
con su esposa a Houston, Texas, para estar con el resto de su familia. Durante sus pasatiempos él
continuó con su hobby; pintar en acrílico y en aceite. A él le gustaba platicar y compartir sus
anecdotas, chistes, y relatos de películas cuando le visitabas. Ocasionalmente Don Hector
cocinaba pozole, hacía tortillas de harina y maiz, y bunuelos deliciosos.
Con un sentimiento de orgullo se le reconoce como un gran Hijo, Hermano, Esposo, Padre,
Abuelo, Tio y Empresario. Siempre en nuestros corazones vivirán los recuerdos compartidos con
Don Hector.
Don Hector es sobrevivido por su esposa Benita; sus hijos, sus nueras y yernos; nietos, Ana
Laila, Debbie, Moises, Jr., Hector Benjamin, Marijose, Jonathan Eli, Elva Abigail, Rebeca, Pablo
Andrés, Christian, Paola Edisa, Ana Sofia, Aida Sofia, Joel; y sus bisnietos, Sebastian, Jonas,
Becker, Leila, Luna y Alicia.

Su Visitacion y Servicio de Celebración de Vida se llevará a cabo el día

Jueves, 14 de septiembre, 2023, a las 9:00AM hasta las 2:00PM en

Leal Funeral Home

11123 Katy Freeway, Houston, Texas, 77079

El Funeral y Entierro se llevará a cabo a las 3:00PM de la tarde en
Garden of God Cemetery, 12317 Holderrieth Road, Tomball, Texas 77375.

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